La pandemia añade un grado más de complejidad a la educación superior en América Latina y el Caribe, que viene de enfrentar retos no resueltos.
Así lo indica el IESALC en su más reciente trabajo titulado COVID-19 y educación superior.
Es un documento en proceso que busca servir de referencia a los decisores políticos de la educación superior en la región en medio de la disrupción.
Quienes no hayan contado con una oferta de continuidad de calidad, probablemente se irán desvinculando del ritmo académico y aumentando su riesgo de abandono del sistema. En el caso de América Latina y el Caribe, entrar en una fase de estudios a distancia requiere de una alta tasa de conectividad de calidad.
Sin embargo, tan solo uno de cada dos hogares está conectado.
«La paradoja es que, a pesar de que las tasas de conectividad en los hogares son muy dispares, las tasas de líneas móviles son extremadamente elevadas y superan, en muchos casos, la cifra de una línea por persona. Esto es, sin duda alguna, una oportunidad que las instituciones de educación superior (IES) deberían aprovechar, centrando sus esfuerzos en soluciones tecnológicas y contenidos para su uso en teléfonos móviles».
Asimismo, el acceso de los estudiantes a las tecnologías y plataformas requeridas para la educación a distancia (76%) y la propia capacidad real de las instituciones.
En términos tecnológicos y pedagógicos, de ofrecer educación online de calidad (75%), deja por fuera a un 25% de estudiantes e instituciones.
Muchas autoridades admiten que:
«El cambio de modalidad se hizo en una situación de urgencia imprevisible y que deberían, desde ya, planificar un próximo trimestre en docencia online con mayores apoyos pedagógicos y recursos, anticipando que la duración de la crisis vaya más allá de un trimestre».
En este contexto, los profesores se constituyen como sector vulnerable, ya que, corren el riesgo de quedarse sin trabajo por las características de sus empleos.
Además, la brecha digital atenta contra la estabilidad de una mayoría que no cuenta con las herramientas y recursos para continuar con las clases en modalidad virtual.
«Los flujos de caja podrían no llegar, generando problemas de supervivencia financiera. Esto puede ser crítico para las universidades privadas que no puedan garantizar la continuidad docente en modalidad virtual. Es probable que estas deban suspender temporalmente el cobro de aranceles y que algunas cierren».
En Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Honduras, México y Uruguay, universidades nacionales han comenzado a prestar servicios y producir bienes necesarios.
La UNESCO hace un llamado a los Estados para que aseguren el derecho a la educación superior de todas las personas en un marco de igualdad de oportunidades.
A través de marcos regulatorios, de financiamiento y de incentivos adecuados, así como de impulsos a iniciativas inclusivas, pertinentes y de calidad. Esto implica atender las necesidades pedagógicas, económicas y también socioemocionales de aquellos estudiantes con mayores dificultades para continuar su formación.
A las instituciones de Educación Superior (IES) se les recomienda generar mecanismos de concertación que permitan avanzar conjuntamente en la generación de mayor capacidad de resiliencia del sector de la educación superior ante futuras crisis.
Esto exige por parte de los gobiernos: contar con la educación superior en los planes de estímulo para la recuperación económica y social. Así como, forjar un consenso nacional para una estrategia de fomento de la recuperación y de la innovación de la educación superior.
En la misma línea, dotarse de un entorno normativo claro en la reapertura de las aulas que genere seguridad; y comprometerse con la cooperación internacional.
También, generar mecanismos de gobierno, monitoreo y apoyo eficientes. Así como, diseñar medidas pedagógicas para evaluar formativamente y generar mecanismos de apoyo al aprendizaje de los estudiantes en desventaja.
Por consiguiente, documentar los cambios pedagógicos introducidos y sus impactos; aprender de los errores y escalar la digitalización, la hibridación y el aprendizaje ubicuo. Finalmente, promover la reflexión interna sobre la renovación del modelo de enseñanza y aprendizaje.
Descargue al informe aquí el Informe COVID–19 y educación superior:
De los efectos inmediatos al día después. Análisis de impactos, respuestas políticas y recomendaciones